Vista panorámica de la localidad de Villacañas

Qué ver en Villacañas y su mundo subterraneo, los silos

Villacañas es un municipio situado al sureste de la provincia de Toledo, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.  Con más de 10.000 habitantes, la villa manchega se encuentra a 77 kilómetros de Toledo con gran comunicación vial gracias a sus dos carreteras comarcales. Durante su historia, Villacañas tuvo un gran auge económico debido a la agricultura de los villacañeros y sus industrias ligadas a las fábricas de harinas y vinícolas.

En este sentido, hasta la llegada de la crisis económica en 2008, el tejido industrial de la localidad manchega se basaba en empresas de fabricación de puertas de maderas que exportaban por toda la nación y Europa; dando muchos puestos de trabajos a los villacañeros. Más de 20 empresas dedicadas al sector maderero formaban el polígono industrial de Villacañas. En la actualidad estas actividades siguen en plena explotación sin sus industrias, predominando el trigo y el olivo.

Con la llegada del ferrrocaril fueron impulsados edificios en 1853 como la propia estación, hoy desaparecida; el teatro viejo, el casino y las bodegas de las que sólo quedan las chimeneas en las que anidan las cigüeñas. Pero, sin lugar a dudas, lo más importante, desde el punto de vista urbanístico, que conserva Villacañas son sus casas subterráneas o silos.

La localidad manchega se conoce por sus silos, unas construcciones subterráneas de arquitectura popular realizadas en llanura donde las familias más humildes vivían hasta mediados del siglo XX. Además, también es conocida por su complejo lagunar y por la vistosa tradición de los Danzantes del Cristo de la Viga, fiesta de interés regional que se celebra el 1 de mayo.

Los silos de Villacañas son construcciones autóctonas y están excavados en terreno llano y no a desnivel, hecho que lo hace una vivienda única e insólita. A mediados del siglo XVIII, a consecuencia de la desamortización y roturación de nuevas tierras y la consiguiente necesidad de mano de obra, surge la figura del jornalero; el cual, por escasez de recursos económicos, se ve obligado a construir su propia vivienda. Para ahorrarse los materiales de construcción necesarios, la excava en el subsuelo necesitando únicamente pico, pala, cal, sudor e ilusiones.
Estas viviendas están declaradas como Bien de Interés Cultural y que forman un conjunto arquitectónico único en Europa.

Por si fuera poco, en Villacañas se pueden encontrar detalles de la Edad de Bronce como la meseta Cerro de Tirez. La historia contemporánea de Villacañas se conjuga con la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, siendo Villacañas una de las catorce poblaciones que formaban el Priorato de San Juan con sede en Consuegra Y HASTA 1230 no aparecería como municipio y en el 1557 se le otorgaría el título de Villa. De hecho en este año se desvíncula del feudo con la Orden de San Juan.

Lugares que visitar en Villacañas

Laguna de Tirez: es una laguna esteparia que pertenece a la cuenca hidrográfica del río Guadiana, subcuenca del río Riansares. El paisaje mediterráneo de la zona es de gran belleza, pues se observa un mosaico de cultivos fragmentados por pequeños retazos de vegetación esteparia en zonas de relieve más accidentado.

Laguna de Peñahueca: es un humedal salino de gran belleza por la variedad de flora y fauna que nos encontramos. La vegetación que rodea la laguna y sus pequeñas islas, sólo crece en suelos salinos. Además podremos avistar numerosas aves como las pagazas, las grullas y los flamencos.

Vihucas: son unas viñas familiares que comprenden tanto viñas jóvenes como viejas de Cencibel entre otras variedades.Sus vinos han ganado varios premios nacionales e internacionales. Podemos visitar sus instalaciones y hacer una cata de sus productos.

Camino Alto: Son productores de vino ecológico, que producen con las más modernas técnicas que respetan la uva. Podemos visitar sus instalaciones y descubrir como se elabora el vino, además de catar sus productos.

Bodegas  Portillejo: nació a principios de los noventa por iniciativa de un grupo de viticultores de Villacañas. Desde entonces se dedican a la producción de vinos con Denominación de Origen La Mancha.

Villacañas cuenta con rincones y lugares de interés arquitectónicos que merecen una visita, principalmente su iglesia parroquial y las ermitas que existen en el municipio.

Múseo Etnográfico del Silo

El propio silo es la pieza central del museo. Una muestra excepcional de la arquitectura popular de los siglos XVIII al XX.

El propio silo es la pieza central del museo. Una muestra excepcional de la arquitectura popular de los siglos XVIII al XX.

El Museo Etnográfico de Villacañas nace para dar cabida a la conservación, investigación y divulgación de la cultura tradicional de nuestro municipio.

Han sido muchos los años que ha dedicado Rufino Santos a recopilar, restaurar y guardar objetos diversos de carácter etnográfico que se hallaban en la mayoría de los casos dispersos y olvidados.

El propio silo es la pieza central del museo. Una muestra excepcional de la arquitectura popular de los siglos XVIII al XX. Los silos eran excavados a unos cuatro metros bajo el nivel del suelo. Las manos de la familia propietaria eran la principal herramienta. Casa peculiares sin tejado ni pilares ni tabiques. De temperatura constante y multifuncional, con dormitorio, cocina, comedor, cuadra, pajar y gallinero. Una lumbrera, falsa ventana vertical, permitía el paso del aire y la luz.

En 1950, había censados en Villacañas unos 1700 silos similares al que alberga el Museo Etnográfico.

Este peculiar museo nos muestra la joya de la arquitectura popular villacañera: una vivienda adaptada a las necesidades de una familia, con su caña y su cimbia, su chimenea y lumbreras, sus terreros y cambroneras. El ajuar y mobiliario también encuentran la representación adecuada en el recinto museístico.

Iglesia Parroquial

Foto de la Iglesia Parroquial

Presenta planta de cruz latina bien proporcionada y en estilo gótico. El repetido escudo heráldico de su bóveda de crucería, perteneciente a los Álvarez de Toledo, sitúan su construcción en el siglo XVI.

En su interior es de admirar la piedra primigenia y la limpieza y sobriedad de sus líneas, la tracería geométrica de las nervaduras de su bóveda, diferente en cada crujía y más abigarrada cuanto más cerca del Altar y las columnas que separan dichas crujías simulando palmeras.

Mención especial requiere el arco rebajado que sustenta el Coro y las dos columnas de la primera crujía cuyas ménsulas sostienen y quiebran el forjado de la magnifica barandilla del Coro. Las Capillas y el Baptisterio, base de la torre, fueron construidas al tiempo que la nave principal. La capilla del Cristo de la Viga fue reconstruida en el siglo XIX en líneas renacentistas con cúpula octogonal en forma de media naranja y cornisa y frontispicio sobre el arco de entrada. En la actualidad adornan su cúpula cuatro medallones que representan a los Evangelistas, pinturas de admirable y bello realismo de la pintora cordobesa Maria-José Ruiz. La sacristía y el alto camarín son de posterior trazado ocultando el ábside.

Su exterior está realizado con piedra sin cantear, salvo en los contrafuertes y la puerta principal. La torre, en su primer cuerpo y campanario pertenece a finales del siglo XVI. Los dos cuerpos superiores fueron añadidos en el siglo XX. El forjado de la reja del balcón del camarín es una joya del S. XVIII.

Puede visitarse todos los días en horario de culto hasta las 13.30 horas.

Los danzantes del Cristo de la Viga

Los danzantes del Cristo de la Viga

Según cuenta la leyenda durante una tormenta en alta mar un barco es azotado ferózmente. En mitad de esa tormenta y en auxilio de los marineros apareció un Cristo alrededor del cual bailaban ocho danzantes y el de la Porra, en lo alto de la viga mayor. Tras esta aparición el temporal amainó, salvando así a los tripulantes, entre los cuales se encontranba un villacañero que fue quien llevó el culto a este Cristo marinero a una localidad sin mar. La Orden Militar de San Juan, que repoblaron Villacañas en el sigo XIII, organizaron la Cofradía del Santísimo Cristo, mantuvieron y difundieron esta tradición. Al venir la Cofradía de una orden militar los cargos de la misma tienen nombres como  Mariscal, que es el Hermano Mayor o Presidente (porta bengala), Capitán (lleva una imagen pequeña del Cristo además de un bastón), Sargento Mayor (porta bastón y estandarte), Abanderado (lleva bandera y bengala).

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