Ciudad Real, nueve buenas razones para descubrir una provincia de berenjenas, vino y castillos
Fortalezas medievales edificadas por la Orden de Calatrava, bodegas, grandes humedales, parques mineros, un archivo marinero tierra adentro y rutas literarias que recuerdan a Cervantes y Quevedo aguardan en esta región de Castilla-La Mancha
Ciudad Real es una provincia discreta que puede presumir de tener uno de los teatros más antiguos de España, un inédito patrimonio industrial, yacimientos arqueológicos, castillos templarios y espacios naturales como el parque nacional de Las Tablas de Daimiel.
Además, es tierra de grandes vinos, de volcanes extintos, de pueblos blancos, de aves migratorias, de llanuras cervantinas, de molinos de viento, de caballeros andantes y detectives de pueblo.
Estas son nueve buenas razones para visitarla.
1. ALMAGRO: TEATRO, BERENJENAS Y BOLILLOS
Almagro es la tercera ciudad más visitada de Castilla-La Mancha. Esta ciudad se relaciona muy de cerca con el teatro clásico. Cada año, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, este año, del 29 de junio al 23 de julio.
Uno de ellos es su Corral de Comedias del siglo XVII, el único que queda completo e intacto de los que proliferaron en el Siglo de Oro.
El plus a la visita teatral a Almagro lo pone el Museo Nacional del Teatro instalado en los Palacios Maestrales, edificados por la Orden de Calatrava en el siglo XIII sobre un pequeño castillo árabe.
De Almagro también son famosas sus berenjenas encurtidas, con Indicación Geográfica Protegida, que entraron en las cocinas castellanas por influencia de los almohades, que iniciaron su elaboración y aliño en la zona del Campo de Calatrava para conservarlas durante todo el año.
Gracias a él la berenjena de Almagro se ha convertido en uno de los productos estrella de Castilla-La Mancha.
También destacan los encajes de bolillos. Todavía hoy se puede ver trabajar a las encajeras, sentadas a las puertas de sus casas, y escuchar el característico sonido de los bolillos al entrechocar.
2. LOS CABALLEROS DE CALATRAVA
La Orden de Calatrava es el hilo conductor para moverse por unos pueblos y ciudades en los que las huellas de aquellos monjes guerreros medievales siguen presentes: en los castillos que habitaron sus caballeros, en sus iglesias y conventos y hasta en el paisaje y las tradiciones. Todos los pueblos llevan el mismo apellido (de Calatrava), y así no es difícil identificarlos.
- El castillo de Calatrava la Vieja, considerada una de las ciudades islámicas más antiguas de la península Ibérica.
- No muy lejos de Almagro encontramos Moral de Calatrava, con una plaza Mayor presidida por la antigua casa de la Encomienda de la Orden de Calatrava (hoy Ayuntamiento) y, sobre todo, una extraordinaria iglesia edificada sobre una antigua torre vigía musulmana.
- De Calatrava es también Valenzuela, a unos kilómetros de Almagro, también en torno a un castillo árabe que pasó a manos de los caballeros. Hoy es famosa por sus aguas gasificadas que manan tanto en las fuentes públicas como en las viviendas.
- Cerca de allí, en el término municipal de Granátula de Calatrava, está el volcán Cerro Gordo, uno de los 300 que existen en la región y el primero que fue visitable.
- No hay que olvidar que la comarca del Campo de Calatrava es una de las tres zonas de vulcanismo reciente más importantes de la Península.
3. VISO DEL MARQUÉS Y SANTA CRUZ DE MUDELA
Resulta muy curioso que el gran archivo de la Armada española esté tan lejos del mar, en un lugar tan de secano y de tierra adentro como es Viso del Marqués, en las faldas de Sierra Morena.
Su castillo, construido por deseo de Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz y almirante de la Armada Invencible, fue su residencia porque era un punto estratégico equidistante de la corte madrileña y de las bases navales de sus escuadras en Cádiz, Cartagena y Lisboa.
Hoy su palacio alberga el Archivo-Museo de la Marina Álvaro Bazán, una maravilla para cualquier investigador, con más de 80.000 legajos sobre la historia de la Marina desde 1784 hasta la Guerra Civil. Y ya que estamos allí, pues nos podemos asomar también a la iglesia gótico-renacentista del pueblo, que guarda incluso un cocodrilo del Nilo que trajo el marqués de una de sus expediciones.
4. HUMEDALES DE INTERIOR
Sorprenden los espectáculos que el agua deja en los paisajes de Ciudad Real.
El Guadiana tiene gran parte de la culpa de estos humedales extraordinarios como son el parque natural de las Lagunas de Ruidera y el parque nacional de Las Tablas de Daimiel. Los dos merecen la visita, y más en tiempos en los que el agua es un bien precioso y los humedales, paisajes en peligro de extinción.
Las lagunas están entre Tomelloso y Ossa de Montiel, aunque lleven el nombre de Ruidera, que es también un pueblo, puerta de entrada al parque, con algunos rincones interesantes como la llamada Casa del Rey, construida en el siglo XVIII como casa de recreo para el infante don Gabriel, hijo predilecto de Carlos III.
5. TIERRA DE VINOS, ARTISTAS Y CERVANTES
De uno a otro humedal, de Daimiel a Ruidera, en transversal, podríamos seguir un camino marcado por los viñedos y también por otras referencias artísticas, a veces olvidadas, como Manzanares, Valdepeñas o Tomelloso.
Manzanares, una de las grandes poblaciones de la provincia. Siempre fue importante, desde que en el siglo XIII la Orden de Calatrava construyó aquí un castillo para afianzar su dominio de la zona. También mantiene su gran teatro, donde se proyectaron las primeras películas de cine mudo en España, o la famosa plaza de toros donde perdió la vida Ignacio Sánchez Mejías, el matador a quien Federico García Lorca dedicó su famosa elegía. El torero fue también jinete, dramaturgo, novelista y piloto de coches y aviones, y Tomelloso le ha dedicado todo un museo que comparte con el del Queso Manchego.
Valdepeñas es nombre de vino, pero en este pueblo hay espacio para mucho más que viñedos y bodegas. Su plaza de España, presidida por una fuente central en forma de prensa de vino, está rodeada por soportales de fachadas pintadas en blanco y añil. Allí están el Ayuntamiento, el mercado y la iglesia de la Asunción.
El vino vuelve a ser protagonista en el inevitable museo del Vino de Valdepeñas.
6. TURISMO INDUSTRIAL EN EL VALLE DE ALCUDIA
Almadén y Puertollano son nombres que evocan grandes minas o una potente industria.
- En La Bienvenida, una pedanía de Almodóvar del Campo, está el yacimiento arqueológico de Sisapo, donde se han excavado los restos de una ciudad cuyos orígenes se remontan a finales del siglo VIII antes de Cristo (época tartésica). Es la mejor muestra de lo que el mineral aportó al valle de Alcudia.
- Almodóvar del Campo es un pueblo con joyas como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, edificada sobre una antigua mezquita y con un espectacular artesonado mudéjar. En la plaza del Carmen se levantan el neoclásico teatro municipal, la iglesia renacentista de Nuestra Señora del Carmen y la Biblioteca Cervantina.
- En Puertollano, el monumento al Minero rinde tributo al pasado de la ciudad, desde lo alto del cerro de Santa Ana, para recordar la importancia que tuvo la mina en esta localidad. Igual que en el Museo de la Minería, donde se explica la importancia que tuvo el carbón en la comarca. Esta ciudad es también la cuna de una de las grandes fotógrafas españolas: Cristina García Rodero, a la que Puertollano rinde homenaje en un museo dedicado a su obra.
- Más antigua es la tradición minera de Almadén (la mina, en árabe). Desde tiempos remotos se explotaron sus yacimientos de cinabrio, pero la actividad cesó por completo a principios del siglo XXI, y en 2012 la Unesco la declaró patrimonio mundial del Mercurio. Hoy cualquier visita tiene que incluir el Parque Minero de Almadén, donde conocer los diferentes sistemas de explotación utilizados en la mina durante los últimos 15 siglos y su museo del Mercurio.
7. CAMPO DE MONTIEL: TIERRAS DE CERVANTES Y QUEVEDO
En tierras manchegas están algunos de los pueblos más quijotescos.
Una ruta por la comarca del Campo de Montiel, en el límite con Albacete, es un viaje en el tiempo que incluye fortalezas, santuarios, casas nobles, lagunas y pueblos sorprendentemente majestuosos como Villanueva de los Infantes.
En Villanueva de los Infantes, capital del Campo de Montiel, murió Quevedo, en el convento de Santo Domingo, donde se conserva la celda en la que escribió sus últimos poemas. Quevedo está enterrado en la iglesia de San Andrés, pero no fue el único escritor que se sintió atraído por esta localidad.
Palacios y casas blasonadas que aún conservan más de 250 escudos hacen de esta villa un referente del Barroco y el Renacimiento manchegos.
8. CIUDAD REAL, LA MODESTA CAPITAL
Ciudad Real es una de las capitales de provincia menos visitadas de España, convertida casi en ciudad dormitorio de Madrid gracias al AVE.
Carece de grandes reclamos turísticos o artísticos, pero quienes se han instalado en sus modernas urbanizaciones están muy a gusto con esa combinación de buena conexión y tranquilidad de una ciudad discreta, en la que se vive bien y en la que se pueden encontrar algunos rincones interesantes.
Algunos sorprenden, como el tramo que queda de la muralla, que llegó a tener 4,6 kilómetros de longitud, 130 torres y ocho puertas, entre ellas la de Toledo, la del antiguo convento de las Dominicas de Altagracia o la del Torreón del Alcázar, que dan idea de que en el pasado fue una ciudad poderosa.
También la catedral gótica, el Ayuntamiento, iglesias como la de San Pedro o los conventos de las Carmelitas Descalzas y de las Concepcionistas que permiten seguir su historia desde que Alfonso X la fundara en 1255.
Completan la visita turística algunos palacios, el antiguo Gran Casino y el Museo del Quijote y Biblioteca Cervantina.
Y en el centro de todo, una plaza Mayor con siglos de historia, en la que siempre se celebraron las ferias de ganado. Hoy lo más llamativo es la Casa del Arco y su reloj de carrillón en el que las figuras autómatas de Miguel de Cervantes, Sancho Panza y Don Quijote.
9. GASTRONOMÍA
Después de este gran recorrido por la provincia de Ciudad Real seguro que se te ha abierto el apetito por lo que no te puedes perder un almuerzo en Restaurante Abrasador Casa Pepe, restaurante con más de 30 años de experiencia en el sector.
Se encuentra en Carretera de Carrión de Calatrava, y cuenta con un excelente género de mariscos y pescados, cordero de kilómetro cero y excelentes carnes de ternera añoja y cerdo ibérico de crianza propia, de Grupo Abrasador.
¿Cómo reservar?
Puedes hacer tu reserva llamando al 926 814 079.
Estamos la Ctra. N430 – km 317 13150 – Carrión de Calatrava ( Ciudad Real ).
Fuente:
El País; ALAMY STOCK PHOTO; TOM NEUMANN (GETTY IMAGES/500PX); JOSE A. MORENO (UNIVERSAL IMAGES GROUP/GETTY IMAGES)