Los cortes de Abrasador: salud, textura y exquisitez
Una de las principales claves que sustentan una dieta saludable y equilibrada es reducir la ingesta de grasas totales, que en la actualidad supera la recomendación de 30% del total de las calorías diarias. En Abrasador somos conscientes de este dato, de ahí nuestra constante búsqueda por mejorar la alimentación con carnes de crianza propia a través de la restauración. En esta línea, en el Grupo Abrasador llevamos años apostando por cortes específicos de la carne con los que se consigue reducir la grasa por pieza.
Nuestro departamento de I+D investiga, dirigido por Mari Carmen Ramírez, forma a los cocineros de nuestros restaurantes asociados en nuevos cortes horizontales, longitudinales o transversales que difieran de lo que ya está inventado en un sector clásico y con los que la fibra se corte a favor de sus ser con el fin de obtener la mejor textura y jugosidad de las piezas, que salen de nuestra sala de despiece minuciosamente definidas.
Nuestros cocineros saben que si de un corte tradicional de 500 gramos y con un porcentaje de 22% de grasa, pasamos a un corte de 250 gramos y con un porcentaje del 12% estaremos ofreciendo la flor y nata. A través de un buen proceso de deshuesado y desengrasado podemos conseguir que una pieza que convencionalmente aporta un 25% de materia grasa se reduzca a un 8%. Un bocado exquisito a la vez que saludable para los más de mil comensales diarios con los que cuentas nuestras franquicias.
En Abrasador sabemos que sólo a través del conocimiento de las piezas, con la aplicación de nuevos cortes y un buen cocinado alcanzamos la calidad-precio asequible que nos caracteriza. Hemos conseguido además experimentar con acierto aplicando sabores nuevos y algunos clásicos como el curry o la miel para hacer que el cliente disfrute de una alimentación saludable, nutritiva y con toques muy nuestros. Entre los cortes más novedosos de Abrasador destaca el magret de ternera, el centro de chuletón, el medallón de cadera amielada, el solomillo, el churrasco de falda deshuesado y desengrasado, el chuletón de 550 gramos y el churrasco magro bajo.
En cerdo ibérico también hemos transformado algunos de los cortes tradicionales. Es el caso del entrecot de ibérico, que lo obtenemos a partir del lomo con hueso.
Se trata de una chuleta recortada con un grosor que permite ofrecer al comensal un plato de 300 gramos, con un suave adobo al aroma de monte.
El resultado es una jugosa y tierna pieza que hace las delicias de cualquier paladar. También ofrecemos en nuestra carta el centro de jamón ibérico, las chuletillas de lechón, la chuleta de paleta ibérica y el bulat ibérico.
En Abrasador hemos conseguido desarrollar gracias a estos nuevos cortes hasta 120 referencias con la materia prima con la que contamos: ternera y cerdo ibérico.
Posteriormente al corte se realiza un minucioso estudio en cocina para ver cómo se le saca el máximo rendimiento en sabor a la propuesta para ofrecer platos sabrosos y saludables.
¿Habéis comido ya algunos de los platos con estos cortes? Nos encantaría escuchar vuestra opinión.
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